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Distrito Federal, Mexico City, Mexico
Ferviente creyente en la Democracia, en la mayoría de edad de los ciudadanos, en que se pueden cambiar las cosas para bien y en que nunca se debe desfallecer.

jueves, 26 de agosto de 2010

El libro comienza marcando dos hechos relevantes que dan origen al Grupo Atlacomulco. Habla de una carta que es enviada a varios funcionarios del gobierno mexiquense en los años 30's, donde se convoca a no aceptar en dicho gobierno más que miembros de un grupo de amigos, todos oriundos del Estado de Mexico. El otro hecho es el asesinato en 1942 del gobernador Zárate Albarrán; el Presidente Ávila Camacho llama a Isidro Fabela, oriundo de Atlacomulco, para suplirlo. Y ahí comienza la historia de éste Grupo.

Dos árboles genealógicos encabezados por los matrimonios de Isidro Fabela con Dolores Velez, así como el de José Vicente Montiel Rodríguez con Soledad Reyes dan origen a diversas familias, que en un momento dado se entrecruzan, generando a las cabezas del Grupo que toma el control del Estado de México desde esos años.

Sin ser hijo de sangre, un miembro del grupo llega a ser uno de sus patriarcas, Carlos Hank González, profesor que llegó a ser empresario y político multimillonario. Un hecho relevante es una predicción que hace una bruja, en la que les dice a varios de sus miembros que uno de ellos, oriundo de Atlacomulco, llegará a ser Presidente de México. Y es en base a esta predicción que varios de ellos han creído ser el elegido para dicho puesto, sin embargo, la profecía no se ha cumplido.

El libro nos reseña la forma en que opera el Grupo Atlacomulco, toda una "cosa nostra", una auténtica maffia que utiliza los métodos más depurados de corrupción, complicidad, violencia, prepotencia y dispendio de recursos públicos. Salpicado de sangre y de hechos inmorales e ilegales. Asesinatos, muertes sospechosas, traiciones, trampas, mentiras, simulación y todo un catálogo de lo que este Grupo es. Dentro del propio clan existe otro, los "golden boys", funcionarios lidereados por Peña Nieto, que han ocupado y ocupan puestos clave en la administración mexiquense y en el PRI, son la elite del Grupo.

Aquellos que osan irse en contra del clan como Rubén Mendoza Ayala, quien fuera parte de ellos y luego se pasó al PAN y compitió contra Peña Nieto por la gubernatura, son despedezados políticamente hasta casi el exterminio.

Menciona diversos hechos de corrupción en los que han estado envueltos desde Peña Nieto hasta funcionarios como Navarrete Prida, Alfredo del Mazo (actual Alcalde de Huixquilucan) y otros. Su último hijo pródigo, Enrique Peña Nieto, utilizando todos los recursos a su disposición, se enfila a la Presidencia del país. ¿Será quien cumpla la profecía?.

En fín, una historia llena de podredumbre, corrupción, muerte y otras cosas. Así se ha manejado desde hace 70 años el gobierno del estado más rico del país y con más votos. Y todo esto es el GRUPO ATLACOMULCO.

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PORQUÉ EL PRESIDENTE Y LOS LEGISLADORES NO DEBEN INTERVENIR EN EL TEMA DE LA REELECCIÓN CONSECUTIVA

Cuando escribimos este artículo, a mediados del 2010, nadie en México había cuestionado el papel legislador del Presidente o del Congreso, por lo que nuestras palabras causaron ámpula entre la clase política y hasta fueron tildadas de aberración. Hoy, octubre 2011, nos enteramos que Dennis Thompson, politólogo de la Universidad de Harvard, coincide con nuestro punto y en un escrito reciente también establece que hay temas donde los Legisladores y el Presidente deberían excusarse de legislar, ya que se convierten en juez y parte y que temas como la Reelección deben ser legislados por grupos conformados por académicos, activistas y otros. Una vez hecho este comentario, a continuación queda el escrito tal cual.

Los Legisladores y el Presidente de la República son los menos indicados para discutir la Reelección y mucho menos proponerla, dado que hay un claro conflicto de intereses que radica en que ellos están decidiendo sobre su propia permanencia en el puesto público y a los ciudadanos sólo nos dejan una mínima forma de controlarlos que es a través del voto, pues no incluyen la revocación de mandato que sería el antídoto natural ante un mal servidor público.

En este caso lo que ellos están haciendo es igual a que un empleado o un trabajador fuera el que decidiera cuantos años va a durar su contrato en la empresa, es decir, que el mismo se autocalificara y no fuera el patrón, quien es el verdaderamente indicado para calificar su trabajo.

Regresando al voto, es un instrumento que no ha llegado a ser una herramienta confiable en México, pues los procesos electorales se deciden por muchos factores que no son los indicados, como recursos excesivos que se invierten en las campañas, usufructuar electoralmente la pobreza de la población dándoles dádivas y regalos, desconocimiento y desinformación popular sobre los candidatos y su historial, medios de comunicación que favorecen candidatos o partidos políticos a cambio de favores, etc.

En el ámbito de la administación pública es la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos y en el ámbito jurisdiccional es la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del DF, las que establecen claramente la prohibición de que servidores públicos con obvios intereses en un asunto deban excusarse y abstenerse de participar en él, ya que son susceptibles de que sus decisiones se vean influenciadas por dichos intereses, careciendo de imparcialidad, de estricto sentido de justicia y sin ver para el bien de las partes o de la sociedad.

Los ciudadanos somos los que debemos decir que asuntos se deben tocar en el Congreso y cuales no. La Reelección no ha sido un reclamo popular, entonces porque Felipe Calderón sin consensarlo públicamente, decide de manera unilateral presentar la iniciativa de ley ante el Congreso, haciendo a un lado a la población, que es a la que debe servir.

En este caso, como en muchos otros, los políticos mexicanos nos ponen a bailar a su ritmo, siendo que hay otros asuntos que sí son prioritarios y que sí han sido reclamados constantemente por la sociedad.

La Reelección la puso en la agenda el Presidente de la República como dicen en mi pueblo, "por sus pistolas".