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Ferviente creyente en la Democracia, en la mayoría de edad de los ciudadanos, en que se pueden cambiar las cosas para bien y en que nunca se debe desfallecer.

sábado, 5 de diciembre de 2009

PORQUÉ EL RÉGIMEN DE PARTIDOS (PARTIDOCRACIA) YA NO FUNCIONA EN MÉXICO.

En un principio, en México los partidos políticos tenían ideologías definidas. Hablo de las épocas post-independentistas (siglo XVIII) y épocas post-revolucionarias. En esos tiempos los partidos políticos tenían posiciones muy claras respecto de sus proyectos de gobierno, incluso sobre proyectos de conformación del país. En los años siguientes a la Independencia, algunos peleaban porque el país se gobernara a través de un sistema centralista, otros por un sistema federal, otros por una monarquía (importada de Europa, similar a lo sucedido en U.S.A). Así que las ideologías eran definidas.

Cien años después, en las postrimerías del Porfiriato y con el fin de acabar con los 30 años de gobierno de Porfirio Díaz, surgen nuevos partidos políticos, unos luchando contra la Reelección del Presidente Díaz, otros por un régimen socialista basado en principios marxistas. De estas epocas surgen el Partido Nacional Revolucionario (PNR, ahora PRI) y el Partido Accion Nacional (PAN). El primero con un discurso que reivindicaba los principios revolucionarios "sufragio efectivo, no reelección", el segundo con fundamentos en una doctrina humanista-cristiana o aristotélica como el "bien común". También surge el Partido Comunista Mexicano, el Partido Popular Socialista, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y otros.

Este ambiente de proyectos políticos bien definidos y diferenciados se mantiene hasta los 70's. Pero a fines de los 80's, miembros del PRI que no estaban de acuerdo con el clásico "dedazo" para imponer al candidato, tomando como pretexto que no coincidían con el modelo económico neoliberal de Miguel de la Madrid, se retiran del PRI y crean un nuevo partido, el Partido de la Revolución Democrática o PRD. Todo esto con miras a la elección presidencial de 1988. El PRD surge con un discurso claramente de izquierda, el mismo que el PRI simulaba ante la población, y el PAN identificado como un partido de derecha.

Pero todo esto se fue difuminando. Actualmente al PRI y al PAN se les identifica de derecha y al PRD de izquierda, pero esta ubicación es meramente de membrete, publicitaria, ya que en los últimos años estos partidos políticos y otros surgidos recientemente como el PT, el PVEM y el PANAL, han comenzado a hacer alianzas entre si, con el único fin de tumbar al que se encuentra en el poder. Si por ejemplo el PRI gobierna, entonces se alían el PAN y el PRD. O si el PRD gobierna, entonces el PAN puede tomar un candidato del PRI y lo postula y el PRI se suma de facto.

De este modo, la ideología o proyectos de gobierno, de Estado, han desaparecido en México, ya que los partidos políticos han dejado las ideologías guardadas en el desván y se han convertido en máquinas para ganar elecciones, sin importar con quien sumarse, el único objetivo, meta y fin es quitar al que gobierna y tomar el poder. Como se dice comúnmente, "quitate tú para ponerme yo".

Por esto el régimen de partidos o "partidocracia", donde los partidos políticos tienen el monopolio de las candidaturas, ya no tiene razón de ser, pues los proyectos políticos y las ideologías han desaparecido para dejar el lugar al pragmatismo, con el único fín de tomar el poder y enriquecerse, ya que la corrupción es un elemento inherente a estas máquinas electoreras, pues van en pos del poder y los recursus públicos que manejan a su antojo. Recordemos que en días pasados el PRI y el PRD con la sumisión del PAN, se negaron a que haya un sistema de mayor fiscalización a los recursos que manejan los gobiernos estatales. Pese a que México es uno de los países donde menos transparencia hay en el manejo público, la clase política se sigue negando a que se revise más a fondo el manejo de los recursos.

En este contexto, es que la voz ciudadana exige que se permitan las Candidaturas Ciudadanas, es decir, que cualquier ciudadano pueda registrarse como candidato a un puesto de eleccion popular sin ser postulado por un partido político.

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PORQUÉ EL PRESIDENTE Y LOS LEGISLADORES NO DEBEN INTERVENIR EN EL TEMA DE LA REELECCIÓN CONSECUTIVA

Cuando escribimos este artículo, a mediados del 2010, nadie en México había cuestionado el papel legislador del Presidente o del Congreso, por lo que nuestras palabras causaron ámpula entre la clase política y hasta fueron tildadas de aberración. Hoy, octubre 2011, nos enteramos que Dennis Thompson, politólogo de la Universidad de Harvard, coincide con nuestro punto y en un escrito reciente también establece que hay temas donde los Legisladores y el Presidente deberían excusarse de legislar, ya que se convierten en juez y parte y que temas como la Reelección deben ser legislados por grupos conformados por académicos, activistas y otros. Una vez hecho este comentario, a continuación queda el escrito tal cual.

Los Legisladores y el Presidente de la República son los menos indicados para discutir la Reelección y mucho menos proponerla, dado que hay un claro conflicto de intereses que radica en que ellos están decidiendo sobre su propia permanencia en el puesto público y a los ciudadanos sólo nos dejan una mínima forma de controlarlos que es a través del voto, pues no incluyen la revocación de mandato que sería el antídoto natural ante un mal servidor público.

En este caso lo que ellos están haciendo es igual a que un empleado o un trabajador fuera el que decidiera cuantos años va a durar su contrato en la empresa, es decir, que el mismo se autocalificara y no fuera el patrón, quien es el verdaderamente indicado para calificar su trabajo.

Regresando al voto, es un instrumento que no ha llegado a ser una herramienta confiable en México, pues los procesos electorales se deciden por muchos factores que no son los indicados, como recursos excesivos que se invierten en las campañas, usufructuar electoralmente la pobreza de la población dándoles dádivas y regalos, desconocimiento y desinformación popular sobre los candidatos y su historial, medios de comunicación que favorecen candidatos o partidos políticos a cambio de favores, etc.

En el ámbito de la administación pública es la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos y en el ámbito jurisdiccional es la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del DF, las que establecen claramente la prohibición de que servidores públicos con obvios intereses en un asunto deban excusarse y abstenerse de participar en él, ya que son susceptibles de que sus decisiones se vean influenciadas por dichos intereses, careciendo de imparcialidad, de estricto sentido de justicia y sin ver para el bien de las partes o de la sociedad.

Los ciudadanos somos los que debemos decir que asuntos se deben tocar en el Congreso y cuales no. La Reelección no ha sido un reclamo popular, entonces porque Felipe Calderón sin consensarlo públicamente, decide de manera unilateral presentar la iniciativa de ley ante el Congreso, haciendo a un lado a la población, que es a la que debe servir.

En este caso, como en muchos otros, los políticos mexicanos nos ponen a bailar a su ritmo, siendo que hay otros asuntos que sí son prioritarios y que sí han sido reclamados constantemente por la sociedad.

La Reelección la puso en la agenda el Presidente de la República como dicen en mi pueblo, "por sus pistolas".